Señor Director:
El joven da un paso importante en la vida estudiantil al culminar sus estudios y emprenderá un proyecto de vida siguiendo su vocación, según su talento, habilidad e intereses que tiene a la vista. Al decidir continuar con educación superior o universitaria se preparará para después hacer trabajo manual o intelectual. Cada joven emprenderá un camino diferente de aprendizaje para alcanzar sus metas y obtener logros personales, pero quedarán guardados en el corazón los mejores recuerdos de la vida estudiantil, especialmente con la Promoción, que son inolvidables.
El bachiller toma la decisión más importante de su vida para ser un profesional o un científico en áreas de mucha importancia y necesidad para la Patria. Para escoger una profesión debe analizar con objetividad las inclinaciones, preferencias o las opciones con las que cuenta para proyectar un mejor futuro. Con este objetivo, el joven bachiller debe comunicarse con profesionales de mucha valía, para así tomar una decisión sobre lo que va a estudiar en la universidad.
Hay aptitudes y hábitos que no pueden faltar, por ejemplo: para ser piloto de aviación hay que tener buena vista y buena salud; para ser joyero se requiere destreza manual y si uno quiere ser músico, tiene que tener sentido musical y buena voz (si quiere cantar). Sería absurdo empeñarse en algo si no se tiene aptitudes o habilidades.
El país necesita profesionales bien preparados y honrados, así como docentes que entreguen alma y cuerpo a la enseñanza y aprendizaje, para brindar una educación de calidad a niños y jóvenes.
Que el joven bachiller se motive y despierte sus sentidos para acumular conocimientos, aprovechando que es creativo, dinámico y observador. Que deje su celular a un lado y no sea esclavo de la televisión, pues todo exceso es malo. Que reflexione sobre la vida y planifique su futuro.
David Espejo
O.F.S.
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