El Mundo / Paco Rego
La imagen que usted ve arriba es la fotografía desnuda, íntima, de un maltratadorconfeso. Y a su derecha, en la misma posición, la de otro delincuente. Los dos tienen el cerebro manchado, aunque uno más que otro. Y eso les diferencia. Del primero, al que llamaremos Juan, manos huesudas y largas como pies, diremos que le abrió la mejilla a su esposa en la última bronca. No fue la única. El de al lado, acostumbrado a robar (es su delito), nunca había pegado ni vejado psicológicamente a una mujer. Fijémonos sobre todo en la imagen de nuestro protagonista, el maltratador.
¿Qué tiene en la cabeza Juan? ¿Ira, rabia? ¿Por qué pegaba repetidamente a su esposa? ¿Qué lleva a un marido, novio o amante, incluso a matar, como hizo José Bretón?
Muy interesante atte:Ana Maria Loza Huanca
ResponderEliminarConsidero que fue un acto guiado por impulsos ya la parte de atras esta manchada dando a entender asi que la parte posterior frontal (escasea de manchas)donde se encuentra la razon y el juicio no fue tomada en cuenta en este acto.
ResponderEliminarJudith Paola Calle Viracocha 1A
Considero que fue un acto guiado por impulsos ya la parte de atras esta manchada dando a entender asi que la parte posterior frontal (escasea de manchas)donde se encuentra la razon y el juicio no fue tomada en cuenta en este acto.
ResponderEliminarJudith Paola Calle Viracocha 1A